Por José Manuel Martínez
El Tapón del Darién es una franja selvática que se extiende entre el norte de Colombia y el sur de Panamá, a lo largo de aproximadamente 97 kilómetros de ancho. Este terreno, de difícil acceso, está caracterizado por su densa vegetación, con un clima húmedo e inestable. En función de cuanto puedan pagar, las personas deben caminar entre cuatro y diez días, subiendo y bajando montañas, cruzando ríos caudalosos y el barro. Los que logran esta gran travesía, toman buses que recorren una gran parte de Centroamérica y se dirigen al norte, mediante México, hasta la zona fronteriza con Estados Unidos.
Las estadísticas de Migración Panamá continúan reflejando una disminución en el número de personas que cruzan la peligrosa selva del Darién. De acuerdo con el último informe, hasta la fecha se ha registrado una caída del 38 % en comparación con el mismo periodo de 2023.
El Servicio Nacional de Migración ha reportado que, desde enero de 2024 hasta el momento, un total de 291 774 personas han ingresado de forma irregular a Panamá a través de la selva del Darién. Esta cifra es 181 144 menor que en el mismo período de 2023, cuando 472 918 migrantes llegaron a Panamá, con destino final en Estados Unidos.
En total 530 085 personas migrantes atravesaron la ruta irregular de la selva del Darién, entre Colombia y Panamá. De ellos, 406 905 eran adultos y 113 180 eran niños, niñas y adolescentes, lo que generó gran preocupación en la Defensoría del Pueblo debido a un incremento del 110 % en comparación con 2022.
Repatriación
Este menor flujo es atribuido a un mayor control biométrico tras un acuerdo migratorio firmado entre Panamá y Estados Unidos, en donde parte de los recursos se destinan a repatriar. El presupuesto nacional atiende la adquisición de equipos para el control en la frontera.
El presidente Mulino, subrayó la caída en el número de migrantes irregulares que ingresan al país a través de la selva del Darién, y anunció la repatriación de 1031 personas. “Es relevante resaltar que el flujo migratorio ha disminuido de manera significativa”, expresó Mulino, quien también destacó que ya se han realizado 26 vuelos de repatriación desde que comenzaron las operaciones en agosto.
A pesar de ello, dijo que la baja de indocumentados es causada también por las fuertes lluvias que ocasionaron la crecida de los ríos. Este fenómeno, sumado a la presencia de bandas criminales que operan en la zona, ha sido calificado como un factor de riesgo, lo que podría estar disuadiendo a muchos migrantes de seguir esa peligrosa ruta.
Otra causa importante, según las autoridades, es que se trata de una “diversificación de ruta”. La Defensoría del Pueblo de Colombia viene alertando sobre el aumento del flujo migratorio desde la isla San Andrés hasta Corn Island de Nicaragua, donde los migrantes por vía terrestre o en caravana centroamericana, siguen su recorrido, topándose en ese punto con aquellos que lo hicieron por la selva del Darién.
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