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La Percha: El despertar de la conciencia

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Por María Carla Figdomech


«Se Produce» es el slogan seleccionado para esta ocasión. 

Mensaje que reverencia el quehacer de marcas cubanas interesadas en dialogar sobre aportes, retos y condiciones de posibilidad para el Movimiento por la moda sostenible en el país caribeño. Es un recordatorio de que, aun con obstáculos y algunas incomprensiones iniciales, esta velada se realizó para re-colocar en la agenda pública oportunidades y no pocas amenazas sorteadas por emprendimientos locales que apuestan por el diseño de moda y complementos para comunicar identidad y apertura al mundo. Y ¿por qué no?, también un guiño a millones de personas que desde dentro y fuera de la isla se reconocen cubanos por el modo en que visten, un tema que por años se asoció con lujo burgués y sobrevivió en medio de crisis de todo tipo en el imaginario social.

Fábrica de Arte Cubano (F.A.C.). Segundo espacio cultural más influyente de Latinoamérica según encuestas de la región, fue el escenario propicio. Cada noche de sábado llegan cientos de espectadores a disfrutar un desfile de moda siempre distinto, como parte de la programación del lugar. Fash Rev Cuba, como aparece en su perfil de Instagram aprovechó el pasado 10 de junio la oportunidad de tomar la Nave 3 de F.A.C. como casa para los acontecimientos de mayor peso que el Movimiento empieza a generar, tras la pausa obligatoria durante la pandemia por COVID-19.

Cuál fue el objetivo de la actividad?: Muy claro, sentar en una misma mesa de diálogo a diversos actores de la cadena de valor en moda y complementos. Veintitrés marcas, diseñadores, representantes de instituciones públicas como la Oficina Nacional de Diseño (ONDi), el Ministerio de Industrias y el Gobierno local, académicos y directivos de agencias de comunicación del llamado sector privado o no estatal confluyeron en el encuentro. Tras un repaso por la historia de la moda en Cuba y el panorama mundial de la sostenibilidad, la pasarela colaborativa entre emprendimientos constituyó el colofón de un evento que llega para quedarse. 

Un detalle novedoso: La Percha contó con el patrocinio de cuatro marcas de cosmética natural artesanal cubanas pues, al decir de las anfitrionas del evento, la elección responsable de productos de cuidado personal y maquillaje también hacen parte de nuestro estilo de vida.

Universo Mola se acercó a organizadoras de La Percha 01 para compartir experiencias y aprendizajes. ¿Sus nombres? Sonia María Feria (26), líder de Madeco Estudio, un colectivo de diseño emergente; Lauren Fajardo (39), cofundadora de Dador, una marca de moda de autor; Amanda King (22) y las gemelas Laura Alejandra y Lauren Alejandra Rodríguez Ortega (20), estudiantes de Comunicación Social y miembros respectivas de Madeco y Eco Rizos Salón-Estudio, este último, una comunidad de producción y consumo responsable.

¿Qué motivaciones y peculiaridades del contexto cubano hicieron necesario este evento?

Sonia: «La principal motivación ha sido entender cómo la sustentabilidad ha llegado al contexto cubano, convirtiéndose en un recurso para generar soluciones que en alguna medida puedan ser estandarizadas a escala de pequeñas producciones.

«Mirarse desde la sustentabilidad implica un alto grado de creatividad y en esa ecuación pesa el respeto hacia el trabajo propio y ajeno. Es clave plantearnos cómo nos enlazamos en las cadenas de valor de otro desde la preocupación por qué hacer con los residuos de mi producto, a quién pueden ser útiles, cómo reinventar y comunicarlo al cliente como valor superior de las marcas.»

  

 Sonia María Feria, responsable de I+D+i en Fashion Revolution Cuba y líder de Madeco Estudio,
recibe a los participantes de La Percha vistiendo camisa de Left Limited, marca invitada al evento.
Foto: Ernesto López, cortesía de Fashion Revolution Cuba

Amanda: «Cuba se encuentra en una situación muy compleja, que puede comprenderse como una nueva oportunidad para ensayar alternativas más amigables, sostenibles y resolutivas. Repensar  la moda –una de las industrias más contaminantes- permitirá concebir prendas justas a precios justos, salarios decorosos para las personas que producen y una dimensión medioambiental.»

 Laura Alejandra y Lauren Alejandra Rodríguez Ortega, miembros de Eco Rizos y colaboradoras de La Percha, ultiman detalles de la pasarela colaborativa desde el camerino de Fábrica de Arte Cubano, con prendas de BarbarA’s Power, marca invitada al evento (F.A.C.)

Foto: Ernesto López, cortesía: Fashion Revolution Cuba

Laura y Lauren: «Aun cuando no existen [en Cuba] grandes transnacionales de la moda siguiendo el patrón de ubicarse en países pobres, sí coexisten marcas de emprendimientos privados sobre los cuales se levanta la pregunta, la curiosidad de hasta qué punto ha calado el debate sobre sostenibilidad en el país. Muchos requisitos intervienen para hacer sostenible toda la cadena de valor del producto –algo muy difícil de lograr para una pequeña marca, desde la selección de materias primas o la transportación, entre otros. Adaptar esta noción al contexto cubano es uno de los logros del evento, desde una perspectiva abierta y flexible.

«Muchos emprendimientos emplean estrategias de reutilización y reciclaje relacionadas con la moda sostenible. En un mundo tan globalizado, La Percha partió de las características del contexto, no pretendió reproducir otras pautas, sino preguntarse cómo expresar nuestra identidad. Promover la moda cubana es impulsar el diseño cubano, representar la diversidad de la identidad nacional.

«Por otra parte, como en muchos países latinoamericanos bajo los efectos de la globalización, en Cuba muchas personas jóvenes prefieren usar prendas extranjeras en vez de las nacionales, pues las consideran superiores. Esto hace más necesario celebrar talleres, conferencias… gestos que permitan educar a los públicos en usar moda cubana y encontrar alternativas para hacerla más accesible y que todos la llevemos con orgullo. Se trata de una empresa colectiva.»

¿Cómo consideran que esta industria emergente se acerca a sus intereses y pasiones como mujeres jóvenes y emprendedoras?

Lauren: «Sostenibilidad por necesidad: esto ya forma parte de la identidad en este sector, que está creciendo con gran interés en crear una moda cubana de calidad, de buen gusto y sostenible. Para marcas como Dador, es también el nicho donde reside nuestro mayor valor en el mercado. Asumir nuestra realidad y dificultades no como excusa, sino utilizarlas como ventaja. No intentamos parecer Chanel, Louis Vuitton, Michael Kors u otro, sino proponer una moda cubana que se adapte a un modelo cubano con un appeal internacional y un sello de resiliencia e ingenuidad.»

Sonia: «Para Madeco Estudio el evento funcionó como una suerte de guía, para profundizar en cómo aportar con el diseño y reforzar los valores que las propias marcas promulgan. Entender nuestra realidad, desde dónde ser sostenibles en un país como Cuba, aterrizar muchas de las variables indispensables y cómo se operacionalizan en cada emprendimiento para mirarnos desde ahí, hace posible que podamos insertarnos en diversos puntos de esa cadena y potenciarla.»

Amanda: «Como consumidora, me gusta la moda y combinarla con el maquillaje. Este evento me permitió conocer marcas en mi entorno, cuáles combinan con mi estilo de vida y tenerlas presentes para elegir una prenda de ropa, incluso participar en el diseño, rehacerla y coleccionar prendas útiles e increíbles.»

Laura y Lauren: «Nos atrajo la moda sostenible cuando conocimos los casos de maltrato laboral en Bangladesh y otros países pobres. Comenzamos a investigar acerca de los efectos del fast fashion y cómo desde nuestra posición podríamos ayudar a crear un mundo más justo, donde todos seamos reconocidos y partícipes de la creación.

«Como estudiantes de Comunicación Social otorgamos peso a la etapa de investigación y conceptualización. Es el momento de pensar en las necesidades del público, la funcionalidad y etapa del año en que se lanza la prenda. Ese trabajo creativo en equipo, que es transversal al ciclo de vida del producto, integra la comunicación de la marca y es vital para producir teniendo en cuenta el valor compartido con el público, los beneficios de toda clase y la reputación de la empresa en el mercado.»

¿Cuáles fueron las principales lecciones aprendidas con el evento, en resultados y retos a futuro?

Lauren: «Lo mejor fue la conexión y colaboración entre marcas de diferentes estilos, eso fue genial; una plataforma donde expresarnos específicamente en ese sector. En cuanto a retos, queda por delante crear el manifiesto de moda sostenible para marcas cubanas, adaptable a nuestro ecosistema único.»

Sonia: «La lección principal es que no hay un ABC. A veces por desconocimiento tendemos a estandarizar las soluciones que ofrecemos, como si sustentabilidad y sostenibilidad se limitaran al material que usamos y su trazabilidad. Sin embargo, queda mucho más por investigar sobre las formas definidas para abordar esas intenciones y descubrir nuevas para nuestra realidad.

«La riqueza de compartir desde dónde estamos viendo el proceso permitió entender que algunas marcas conocen bien sus valores, mientras que otras están llegando a ellos y cada una puede apropiarse de esas nociones en el contexto cubano. Creo que ese es el camino hacia buenas prácticas, no recetas fijas, compartidas entre pequeños emprendedores que son paradójicamente muy grandes por todo lo que logran.

Durante el Panel, Dador, Innatus, BarbarA’s Power y Zulu compartieron buenas prácticas por la sostenibilidad en sus emprendimientos. Entre las estrategias mencionadas destacaron el empleo para la comunidad, reutilización, aprovechamiento de materiales, calidad de tejidos y acabados, garantías post venta, fidelización de la comunidad en torno a las marcas y versatilidad de las prendas en diversos cuerpos, edades, estilos y momentos del día

Fotografía: Marcos Antonio Caballero, cortesía de Fashion Revolution Cuba

«Otras lecciones apuntan a la necesidad de mayores apoyos gubernamentales y de atraer la experiencia de esas personas que pensaron primero la cultura desde la moda. Esta vez nos acompañaron la Oficina Nacional de Diseño (ONDi) y la Dirección de Cultura del municipio, con su estrategia Plaza Distrito Cultural, pero se requiere mucho más.

«Creo que sería igualmente enriquecedor un diálogo entre la industria –con todo su poder en el mundo- y los que han encontrado otras posibilidades de hacer por fuera de ella. De ese intercambio emergerán desconexiones en la cadena de valor y alternativas para solucionarlas de manera responsable, desde el nuevo paradigma que ofrece la moda sostenible para Cuba.»

Laura y Lauren: «Para nosotras, el mayor impacto del evento fue la pasarela colaborativa, por la relación que establecieron marcas posicionadas con un largo recorrido con las emergentes. Este gesto las colocó a todas en un mismo nivel a la hora de dialogar y compartir buenas prácticas para alcanzar el desarrollo sostenible que tanto queremos en la moda, aun en medio de una crisis económica.

«Aprendimos también la necesidad de propiciar la unidad del gremio, el deseo de seguir creando en comunidad. La unión de marcas puede ser un suceso espontáneo o mediado, pero nunca forzado. El equipo de Fashion Revolution Cuba intentó actuar en el evento como mediador, no como extraños que llegan a imponer, sino como un agente abierto en un tema novedoso como la moda sostenible en nuestro contexto.

 «Que las marcas vean en el Movimiento una oportunidad de desarrollarse con apego a la sostenibilidad, no como algo inalcanzable o un discurso que reporta una buena imagen, sino por su sentido humanista y medioambiental. Que Fashion Revolution Cuba siga construyendo alianzas con marcas, instituciones y personalidades representantes de otras culturas. Siempre que se dialogue partiendo de las características de nuestro contexto, se logrará llegar al objetivo correcto: la moda sostenible cubana.»

  La pasarela colaborativa fue el momento más esperado. Sobre el escenario, modelos y diseñadoras aplauden la iniciativa de crear looks con prendas de varias marcas locales.

Fotografía: Marcos Antonio Caballero, cortesía de Fashion Revolution Cuba

En su primera edición, el programa de La Percha incluyó una conferencia, un panel de debate y una pasarela, debut soñado para una buena parte de las marcas asistentes. Con este evento, Fashion Revolution Cuba reabre una puerta para construir puentes en y desde Cuba como un acto de conciencia radical, que en moda presenta el reto de llegar cada vez más a todos. Liderado por Clandestina –una marca entre las primeras en plantearse el upcycling como valor estratégico en sus colecciones-, el Movimiento se adentra por una senda novedosa de colaboración y desarrollo.


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