La COP16, actualmente en desarrollo en Cali, Colombia, reúne a líderes globales y activistas medioambientales en torno a la urgente misión de frenar la pérdida de biodiversidad antes de 2030. Sin embargo, el evento se ha visto marcado por el rezago en la implementación de los planes nacionales necesarios: de los 196 países firmantes del Acuerdo Kunming-Montreal, solo 35 presentaron sus Planes Nacionales de Biodiversidad (NBSAP), un paso necesario para cumplir con los compromisos de proteger el 30% de la superficie terrestre y marina mundial para fines de la década. Entre los países que lograron entregar sus planes destacan Colombia, México, Cuba, y Surinam en Latinoamérica, además de Costa Rica, Nueva Zelanda y Noruega, reconocidos por integrar tanto la conservación de biodiversidad como el bienestar de las comunidades locales
Como país anfitrión, Colombia ha llamado la atención por su propio compromiso. Su Plan de Acción para la Biodiversidad, presentado por la ministra de Ambiente Susana Muhamad, establece metas como aumentar la superficie protegida de su territorio al 34% y potenciar la bioeconomía para generar medio millón de empleos para 2030. Además, el plan colombiano busca combatir delitos ambientales y la extracción ilegal, reconociendo el papel esencial de las comunidades indígenas en la protección de la biodiversidad.
Sin embargo, la baja participación y los desafíos de financiamiento para implementar estos planes son preocupantes. Expertos como Ximena Barrera, de WWF Colombia, subrayan que la falta de recursos podría limitar gravemente el avance en conservación, especialmente en zonas críticas como la Amazonía, que enfrenta incendios y sequías sin precedentes. La región amazónica, un bioma clave en la lucha contra la crisis climática, solo cuenta con planes de acción presentados por Colombia y Surinam, lo cual preocupa a los expertos.
La COP16 ha subrayado la necesidad de una mayor movilización de recursos y de una voluntad política que sitúe la biodiversidad al mismo nivel que la crisis climática. Con esta cumbre, se espera que los países restantes puedan presentar sus planes y que se generen estrategias para cerrar la “brecha de financiamiento” que impide la implementación de los objetivos del Marco Kunming-Montreal.