Es bien sabido que la falta de oportunidades laborales en los países de América Latina causa fuga de talentos latinoamericanos hacia el exterior. Puede que para muchas personas esta problemática no les suponga nada o no les conlleve algún tipo de dificultad; pero esto si supone un problema de verdad: según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), “en 2020 las Américas perdieron el equivalente a más de 50 millones de puestos de trabajo” (Made for minds, 2022).
Es fundamental analizar lo que significa la “fuga de cerebros” y cómo afecta a nuestros territorios esta situación. Por ello, es muy importante pensar y ofrecer soluciones ya que los puntos de origen, como lo es en el caso latinoamericano, necesita potenciar sus capacidades y generar desarrollo. Cuando se produce la fuga de talentos que es fundamentalmente la perdida de personal altamente calificado a nivel profesional la perdida va en cascada ya que no solo se pierden esfuerzos personales y nacionales a nivel de tiempo en todo el proceso de formación sino que también incide en lo económico además de terminar perdiéndose posibilidades de crecimiento para las comunidades lo que incide en disminución de entusiasmo emprendedor, generación de empleo investigaciones, proyectos y otras alternativas que podrían ser positivas.
Cabe resaltar que los países que se “llevan” la mano de obra cualificada de los países de América latina suelen ser por lo general Estados Unidos, Canadá, Alemania, Inglaterra y Francia aunque esta escala sigue creciendo en otros territorios. Estos países suelen ser muy atractivos para establecerse y mejorar la calidad de vida de estas personas que a su vez “contribuyen a la generación de ideas y a la posterior aplicación de estas creando un sinfín de mecanismos innovadores, que ayudan a contribuir a la economía de ese país”, según la Revista Supuestos.
Para los países receptores de cerebros fugados es muy positiva esta situación ya que es mínimo el esfuerzo e inversión que deben realizar para contar con ésta mano de obra calificada y, prácticamente, reciben de manera inmediata el personal que requieren para ser aplicado a sus necesidades.
Entonces surge la pregunta: ¿cuáles son las consecuencias de la fuga de talentos de sus países de origen?
Bueno, la respuesta a este interrogante es muy simple: cuando se produce una migración masiva de científicos, médicos, ingenieros entre otras profesiones; se genera un atraso tecnológico y científico ya que son estos los encargados de innovar en estas áreas del conocimiento. Además, se produce un proceso llamado “descapitalización humana” es decir, menos personas aportando al país. Esto supone una disminución “del crecimiento económico a corto y largo plazo” (Guevara,2019).
Es así como con esta fuga de cerebros “hay una tendencia concentradora en la producción de conocimientos, y los países industrializados concentran más del 90% de toda la producción científica”, de acuerdo con la base de datos Scielo.
Y ahora mismo les resultará el siguiente interrogante: ¿Cómo le damos solución a este problema?
Bueno la respuesta a este otro interrogante también es sencilla: Una mejor propuesta desde las Políticas Públicas que optimicen e incentiven trabajos de calidad y acciones que apoyen a los futuros profesionales que generan las universidades con programas que les garanticen oportunidades de emprender durísimo, capacitaciones, financiación de proyectos y apoyos para la promoción de sus producciones o servicios. Además, el gobierno debe incentivar a las empresas tanto locales como internacionales a dirigir su atención a estas personas en proceso de formación.
John William Branch, profesor titular de la Universidad Nacional de Colombia en diálogo con El Mundo, sugiere que “la solución está en crear alianzas entre el Estado, las empresas privadas y las universidades, para que profesionales altamente calificados puedan entrar dentro del campo laboral y asimismo entrar en las áreas investigativas y de innovación.”
Pensar la construcción y crecimiento de nuestros países en vías de desarrollo debe surgir desde el incentivo y prioridad de nuestros gobiernos para provocar instancias que brinden verdaderas oportunidades a nuestros profesionales y así, retener esta mano de obra cualificada con empleos de calidad y consecuente buena paga que garantice calidad de vida y condiciones de crecimiento profesional y personal, de tal manera que compense la cantidad de años invertidos en estudio, tiempo y dinero para obtener el conocimiento.
Las Políticas Públicas deben que garanticen calidad de vida, es algo que los ciudadanos debemos exigir a nuestros gobiernos además de garantizar y generar estrategias que permitan condiciones educativas para todos de calidad y a bajos costos como un derecho fundamental evitando que muchos de estos profesionales deban acudir a préstamos onerosos que, muchas veces, se convierten en una pesadilla y obligan al profesional a migrar para conseguir en dinero para pagar las deudas causadas por su educación (estas deudas adquiridas en muchas ocasiones son difíciles de pagar), razón por la cual deciden irse del país.
Referencias
Guevara Muñoz, L. (22 de julio de 2019). Latinamerican Post. Obtenido de Fuga de cerebros: otro problema para América Latina: https://latinamericanpost.com/es/29138-fuga-de-cerebros-otro-problema-para-america-latina#:~:text=Como%20se%20mencion%C3%B3%20anteriormente%2C%20M%C3%A9xico,en%20cuenta%20las%20cifras%20oficiales
Made for minds. (10 de febrero de 2022). Obtenido de Baja productividad y fuga de cerebros golpean duro a América Latina: https://www.dw.com/es/baja-productividad-y-fuga-de-cerebros-golpean-duro-a-am%C3%A9rica-latina/a-60720453