Antes de comenzar a dictaminar las medidas que asumieron los países para el ingreso o rechazo de personas, es importante resaltar la migración desde el punto de vista socioeconómico:
Si bien la migración suele ser vista en muchas ocasiones como una desventaja para los locales de un determinado país, lo cierto es que la migración vista desde la neutralidad puede ser muy positiva tanto para los países como para los migrantes. Ya que las situaciones pueden ser analizadas desde diferentes ángulos o matices. La migración realizada dentro del marco de la legalidad “puede propiciar un aumento de la tasa de crecimiento del PIB en los países de destino, el incremento de los salarios de los migrantes, y la expansión de los beneficios indirectos de las remesas para los países de origen.” (United nation ,2016); así mismo, la migración también es beneficiosa para los países que enfrentan una reducción de la población en edad de trabajar.
Dada la emergencia sanitaria a nivel global por la pandemia del coronavirus Covid-19, muchos países han cerrado sus fronteras de manera imposibilitando el ingreso de personas que no cumplen con los protocolos adoptados para la migración en tiempos de pandemia. Un ejemplo de ello es Australia, uno de los países más herméticos al aplicar su política de “tolerancia cero” con el coronavirus.
Si bien parece que emigrar es cada vez más difícil para las personas debido a la situación por la que atraviesa el mundo en aspectos socioeconómicos, medioambientales y sanitarios; la migración legal no se ha desactivado y se ha venido adaptando en función del progreso en los procesos de cobertura en la vacunación contra la Covid-19, acogiéndose a los protocolos legales y sanitarios de cada lugar y que, en su gran mayoría, exige contar con el carné de vacunación del codiv-19, realizarse la prueba viral para detección del coronavirus, tener el pasaporte, la visa (si el país al cual se pretende viajar la exige), tener el dinero suficiente para mantenerse el tiempo que la persona vaya a estar o mientras esta consigue empleo. Si bien cada país tiene su política diferente, casi todas tienen sus leyes migratorias similares.
Lo cierto es que los controles migratorios han encontrado en la pandemia una gran excusa para imponer filtros que clasifican a las personas según los intereses de cada territorio, haciéndose cada vez más complicada la movilidad humana mientras sigan existiendo fronteras que la impidan.
Migrar es parte de la construcción de la humanidad, es necesaria e importante para generar intercambio intercultural que favorezca el enriquecimiento integral de los territorios. Porque, permite dinamizar los negocios, el avance tecnológico y el aporte de nuevas ideas socioeconómicas entre otras.
Pero es muy importante migrar adquiriendo información previa sobre las condiciones, aspectos socioculturales y económicos del nuevo destino, así como asuntos de derechos y oportunidades serias, concretas y sin fantasías, es saludable para el bienestar del individuo y de la sociedad a la cual se pretende llegar. De esta manera se puede ser parte de un nuevo contexto dando valor a los nuevos contextos y aportando mucho de lo que se lleva consigo en identidades y condiciones que aportan al fortalecimiento y desarrollo de todos.
Porque todos los seres humanos somos patrimonio en movimiento siendo favorecedores del crecimiento desde diferentes aspectos y en distintos contextos; debemos, a la vez, ser responsables del cuidado colectivo procurando gestar la migración desde un marco legal que permita hacer valer el derecho a la libre circulación respetando las normas de cada lugar pero siempre desde la dignidad y condición humana más allá de la exclusión que algunos países pretenden asumir bajo exigencias que la pandemia trajo consigo.
Bibliografía
UNITED NATION. (21 de septiembre de 2016). Refugiados y Migrantes. Obtenido de https://refugeesmigrants.un.org/es/la-migraci%C3%B3n-es-beneficiosa-para-todos-si-se-gestiona-correctamente#:~:text=La%20migraci%C3%B3n%20puede%20propiciar%20un,para%20los%20pa%C3%ADses%20de%20origen.