En la mayoría de los países, la migración es una importante fuerza laboral representada en servicios a nivel profesional como de oficios varios. Esta fuerza de trabajo extranjera es el motor que muchos países llamados desarrollados aprovechan, muchas veces, con bajos salarios; situación que el migrante acepta porque necesita los recursos entrando a ser parte importante en el favorecimiento económico, de forma directa e indirecta, tanto al país de origen como al de destino. Y este es un aspecto importante a tener presente porque en éstos procesos, también se presentan conflictos de relacionamiento, especialmente cuando la convivencia o inclusión no se desarrolla armónicamente o cuando la presencia de los foráneos se considera una amenaza para los nativos y sus puestos de trabajo.
Por ello, es sumamente importante contar con apoyos que brinden ayuda para que la inclusión hacia los nuevos territorios y sociedades sea más direccionada sin dejar de lado el aporte personal, ya que es vital que las personas sean flexibles y tolerantes para saber entrar en los procesos de aceptación en la diversidad cultural y esto lo saben mejor las entidades y personas propias del lugar, quienes pueden generar acciones más precisas que incidan hacia una buena convivencia.
Para lograrlo de manera efectiva, en la mayoría de países existen entidades que funcionan a nivel local para ayudar en los procesos de “la mediación intercultural”. Esta intermediación es muy interesante para promover la integración entre personas que pertenezcan a diferentes culturas porque conocen el territorio y saben cuáles son los procesos adecuados para realizar un cambio positivo en las relaciones con el objetivo de fomentar una comunicación sana. Estas entidades pueden implementar propuestas que beneficien a las personas, grupos e instituciones con diferencias etnoculturales significativas no solo hacia los migrantes sino con los propios nativos y en donde se abre el diálogo en pro de generar que los ambientes laborales sean lo más sano y productivo posibles. Para lograrlo, algunas empresas y estados fomentan estas participaciones y las acompañan de información y comunicación asertiva mediante talleres, encuentros, documentos y formatos.
Esta mediación cultural es más que necesaria para cualquier ámbito social y laboral; por ello, algunos países apoyan estos procesos para minimizar aspectos como la discriminación, el racismo, xenofobia y rechazos por temas laborales, entre otros, hacia personas migrantes. Desafortunadamente no es un proceso que se brinde en todos los territorios y aún tenemos un planeta fragmentado en donde se estigmatiza por el lugar de origen, cultura, lengua, color de piel y otras tantas cosas que no deberían existir ya que somos un mundo diverso.
Cuando se migra es muy importante informarse, saber a dónde ir para pedir ayuda en los puntos de destino, conocer como es el nuevo territorio y su cultura además de todos los aspectos inherentes a las posibilidades para instalar la vida de manera digna y segura.
Es importante tener en cuenta que cuando en una localidad se refieren a un foráneo, esto es para “hacer referencia a personas de origen inmigrante que a menudo cuentan con la ciudadanía del país en que residen” (ASOCIACE PRO INTERKULTURNI PRÁCI, 2022). Los foráneos, al hacer su desplazamiento, ya sea nacional o internacional, están en el deber de elaborar una ecuanimidad entre la convivencia en un nuevo entorno y la aceptación cultural tanto de ellos como los que los rodean.
Referencias
El trabajo intercultural en el extranjero. (2022). Obtenido de ASOCIACE PROINTERKULTURNÍ PRÁCI: https://interkulturniprace.cz/es/que-es-el-trabajo-intercultural/el-trabajo-intercultural-en-el-extranjero/