En medio de un mundo que se enfrenta a desafíos económicos y medioambientales cada vez más urgentes, surge un debate crucial: ¿estamos en camino hacia una economía de decrecimiento o en una economía en decrecimiento?
El otro día escuchando una entrevista a Fernando Valladares, biólogo y profesor de investigación del CSIC, su concepto sobre decrecimiento despertó reflexiones profundas sobre el rumbo que deberíamos tomar como sociedad hoy por hoy y a cuestionarme lo que hago todos los días a favor de este cambio.
En lugar de asociar el decrecimiento con empobrecimiento, Valladares lo presenta como una necesidad imperativa que requiere una planificación cuidadosa y una reevaluación de nuestros valores sociales.
Planificar y gestionar el proceso de decrecimiento de manera anticipada y proactiva es importante. En lugar de enfrentarnos a una recesión imprevista, el decrecimiento nos ofrece la oportunidad de gestionar el cambio de manera medida y controlada. Esto implica establecer objetivos claros y estrategias para mitigar los impactos negativos en sectores vulnerables.
Una de las claves para enfrentar el decrecimiento es cambiar nuestra mentalidad de crecimiento ilimitado a un enfoque que yo definiría como minimalismo integral. Esto implica reducir el consumo impulsivo y desmedido, especialmente en sectores como el petrolero, donde el 40% se utiliza para extraer petróleo. Más o menos la imágen que se te viene a la cabeza cuando piensas en un perro mordiéndose su propia cola. Adoptar un estilo de vida más sostenible y consciente se convierte en una necesidad urgente.
La perspectiva de vivir con menos puede parecer radical, pero los estudios demuestran que con apenas el 10% de los recursos actuales se podría garantizar un estándar de vida similar al actual. Este enfoque nos obliga a repensar nuestros hábitos de consumo y a valorar más cada recurso disponible.
En el contexto actual, es evidente que nos enfrentamos a una economía en decrecimiento. Los efectos de la pandemia, como la inflación, la inestabilidad laboral y las deficiencias en las cadenas de suministro, nos obligan a reconsiderar nuestro modelo económico actual. Es fundamental reconocer esta realidad y trabajar hacia una economía de decrecimiento que priorice la equidad y la sostenibilidad.
En última instancia, el debate sobre si estamos en una economía de decrecimiento o en decrecimiento es crucial para definir el camino hacia el futuro. Es fundamental reconocer los desafíos actuales y trabajar en conjunto para construir una sociedad más estable, justa y equitativa. La transición hacia una economía de decrecimiento puede ser desafiante, pero también representa una oportunidad para redefinir nuestros valores y prioridades como sociedad.
Referencia de la entrevista a la entrevista de Fernando Valladares y Antonio Turiel por RTVE Noticias:
https://www.youtube.com/watch?v=yBLvJ7tX-ZQ