Creado por: Ana María Flechas
En redes sociales siempre encontramos testimonios de personas que han decidido migrar y casi siempre estas historias son motivadoras, esperanzadoras y muy positivas. Pero, ¿en realidad migrar es así? Si nos quedáramos solo con estos testimonios, podríamos decir que sí; pero la realidad es que migrar está lleno de matices, de momentos difíciles, de soledad, de nuevos comienzos, de nuevos logros y también de dejar atrás muchas cosas y personas. Nos han enseñado a romantizar la migración, cuando en realidad este es un proceso en el cual se pierden y se reorganizan muchas de nuestras bases.
El duelo migratorio se entiende como ese proceso de asimilación de las pérdidas asociadas a la experiencia migratoria. Y al ser un proceso no es lineal, ni tampoco debemos esperar que dure solo por un determinado tiempo. Por el contrario, este duelo puede llegar en cualquier momento de la migración y puede ser desencadenado por distintas circunstancias.
Pero, ¿qué es lo que se pierde en medio del proceso migratorio? Joseba Achotegui, psiquiatra especializado en migración y salud mental, dividió el duelo migratorio en siete categorías:
- el duelo por la familia y los amigos
- el duelo por la lengua
- el duelo por la cultura
- el duelo por la tierra
- el duelo por el estatus
- el duelo por el contacto con el grupo étnico
- el duelo por los riesgos físicos
Muchas veces no vemos que nuestras bases y raíces son tan importantes hasta que nos alejamos de ellas. Y es en ese preciso instante en el que comenzamos a extrañar los sabores, los olores, la cotidianidad que antes nos molestaba, los familiares y las reuniones. Las cosas más simples comienzan a ser necesarias y al no encontrarlas en la nueva realidad comenzamos a comparar, lo cual es válido, pero en cierto punto llega a impedir que nos comencemos a asentar en el nuevo lugar de residencia.
Es importante vivir el proceso y aunque no es necesario atravesar todos lo anteriores duelos, si es importante identificar qué es lo que nos está haciendo sentir tristes e incompletos en esta nueva etapa.
Migrar nos implica muchas pérdidas y aunque las circunstancias que nos hayan llevado a tomar esta decisión impactan de una u otra manera nuestra experiencia como migrante, lo cierto es que ninguna persona está exenta de entrar en un duelo migratorio. Por eso, es importante contar con algunas herramientas que nos ayuden a enfrentar y superar este duelo.
En el episodio 373 del podcast Se regalan dudas, Ashley Frangie y Lety Sahagún hablan en una íntima charla con Irene Del Valle, psicoterapeuta especializada en migración y relaciones interculturales, sobre el duelo migratorio y sus diferentes matices. Al finalizar la sesión hacen una recopilación de algunas herramientas que pueden ser de ayuda para enfrentarse a esta nueva etapa, las cuales tienen como característica en común el esfuerzo que el migrante debe hacer por crear nuevos lazos, darse la oportunidad de conocer el nuevo lugar que se habita, entender que es valido cambiar y que está bien ser una persona diferente en el nuevo lugar. Pues, cuando se suelta lo que se dejó y se entiende que la realidad cambió, el proceso puede llegar a ser más ligero y enriquecedor.
Personalmente, las herramientas que me han ayudado a enfrentar este duelo migratorio ha sido la terapia y la construcción de una red de amigos que desde la distancia me han apoyado. Muchas veces, cuando uno se pierde es muy difícil volver a reencontrarse por sí solo, por eso es válido y muchas veces necesario pedir ayuda a las personas que nos conocen o comenzar a abrirnos con alguien para que nos ayude a entendernos y entender este nuevo proceso.